Dr. Andres Bertorello
Médico Neumonólogo (MN 7467), Hospital Argerich – Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
Si estás embarazada y tenés asma, los cambios físicos y hormonales que se producen en esta etapa pueden influir en la aparición de los síntomas respiratorios, sobre todo durante el último trimestre.
Debido al crecimiento del abdomen, el diafragma no trabaja con tanta facilidad y el cansancio puede confundirse con falta de aire.
Es importante prestar atención a si podes hacer tus actividades habituales, si te despertas a la noche debido a los síntomas de asma y si utilizas con más frecuencia la medicación de rescate.
Una consulta con el especialista en enfermedades respiratorias en cada trimestre del embarazo es lo recomendable.
El tratamiento de elección son los corticoides inhalados, que disminuyen la inflamación bronquial, controlando los síntomas y reduciendo el riesgo de presentar una crisis.
Muchas veces hay preconceptos en cuanto a la medicación o, por consejos erróneos, se abandona el tratamiento. El embarazo no implica la suspensión de la medicación inhalatoria.
La evaluación con tu médico puede ayudarte a decidir si la medicación debe continuar de la misma manera o si se requiere cambiar de esquema terapéutico.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta es que si fumas será perjudicial tanto para el asma como para el desarrollo del embarazo, tu salud y la del bebé. Existen programas de cesación tabaquica, pedile ayuda a tu médico para que puedas dejar de fumar.
También se recomienda la aplicación de la vacuna antigripal en cualquiera de los estadíos del embarazo.
Recordá que si no realizas el tratamiento para el asma correctamente, esto repercutirá en el desarrollo normal del embarazo. Acordá con tu médico las medidas necesarias para lograr un adecuado control, y disminuir el riesgo de complicaciones.