El asma y las enfermedades inflamatorias de las vías respiratorias restringen el flujo de aire en los pulmones, lo que compromete el intercambio de gases y la función pulmonar. Los corticosteroides inhalados (ICS) pueden reducir la inflamación, controlar los síntomas y mejorar la función pulmonar; sin embargo, un número creciente de pacientes con asma grave no se benefician con esta terapia.
Los pacientes con la forma más grave de asma producen sustancias especiales en sus vías respiratorias cuando toman medicamentos durante un ataque de asma que bloquean el funcionamiento del tratamiento, según un estudio de la Universidad de Rutgers, EEUU.
La investigación fue publicada en la revista Science Translational Medicine. En ella los científicos indicaron que dos factores de crecimiento diferentes (sustancias naturales que estimulan la proliferación celular) se activan en las vías respiratorias de los pacientes con asma grave cuando inhalan los corticosteroides utilizados como tratamiento de emergencia durante un ataque de asma.
El descubrimiento se realizó mientras los especialistas investigaban un misterio perdurable en el tratamiento del asma: ¿por qué algunos pacientes que sufren más la enfermedad a menudo tienen menos éxito con los tratamientos convencionales?
El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles que afecta tanto a niños y como adultos
El asma implica la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias pequeñas en los pulmones, lo que puede producir una combinación de tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho. Esta patología afectó a unos 262 millones de personas en 2019 y causó 455.000 muertes en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De las más de 25 millones de personas que sufren asma en los Estados Unidos, entre el 5% y el 10% sufren de asma grave, según la Asociación Americana del Pulmón. Los corticosteroides que se usan para disminuir la hinchazón y la irritación de las vías respiratorias de las personas con asma moderada a menudo no funcionan en quienes sufren cuadros de asma grave. Estos experimentan ataques más frecuentes de problemas respiratorios que otros.
Los investigadores encontraron que los esteroides inhalados en pacientes con asma grave promueven la secreción de factores de crecimiento (factor de crecimiento de fibroblastos (FGF) y factor de crecimiento formador de colonias granulocíticas (G-CSF)) en las células del revestimiento de las vías respiratorias conocidas como epitelio.
En el estudio, los científicos compararon muestras de células epiteliales de las vías respiratorias bronquiales (BAEC) que habían estado expuestas a corticosteroides inhalados y se recolectaron de tres grupos: aquellos con asma grave, otros con asma moderada y voluntarios sanos. Al realizar un análisis genético para determinar qué genes se habían “activado” en las células epiteliales de las vías respiratorias bronquiales, los científicos pudieron comprobar que los factores de crecimiento FGF y G-CSF se habían expresado solo en las células de los pacientes con asma grave.
El asma y las enfermedades inflamatorias de las vías respiratorias restringen el flujo de aire en los pulmones, lo que compromete el intercambio de gases y la función pulmonar (Europa Press)
“Los factores de crecimiento son importantes para regular una variedad de procesos celulares -indicó Reynold Panettieri, uno de los autores del documento y miembro del Instituto Trasnacional de Medicina y Ciencia de la Universidad de Rutgers-. En el caso de un ataque en pacientes con asma grave, los factores de crecimiento identificados en las células que recubren las principales vías respiratorias de conexión actúan directamente contra la acción de los corticosteroides”. L
los hallazgos del estudio sugieren que diferentes vías celulares funcionan en los pacientes con asma grave, particularmente en aquellas involucradas en la inflamación.
Siguiendo este descubrimiento es como los investigadores prevén que podría funcionar un nuevo medicamento: en un estudio en ratones, los científicos detectaron que si bloqueaban la cascada de sustancias químicas que en última instancia desencadenan la secreción de los factores de crecimiento, los corticosteroides revertían eficazmente la inflamación de las vías respiratorias e incluso prevenían la cicatrización del tejido.
“Nuestro estudio ha descubierto un mecanismo potencial para explicar por qué los pacientes con asma grave no responden a la terapia convencional -completó Panettieri-. Si pudiéramos descubrir nuevos enfoques de tratamiento que afecten directamente ese mecanismo, podríamos restaurar la sensibilidad al esteroide y mejorar los resultados”.