PREGUNTAS FRECUENTES

Es Conjunto de alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo que se producen en el sistema inmunológico de la persona por una extremada sensibilidad del organismo a ciertas sustancias a las que ha sido expuesto, y que en condiciones normales no causan esas alteraciones.

 

Existen unos factores predisponentes genéticos y unos factores ambientales desencadenantes. Los antecedentes familiares son muy importantes. Se ha calculado que si uno de los progenitores es alérgico, la probabilidad de que el niño padezca alergia es aproximadamente del 50%. Si los dos progenitores son alérgicos, la probabilidad se acerca al 70%.

Es importante destacar que no se nace alérgico, se tiene una predisposición genética y, en función de los factores ambientales, la persona se hace alérgica a determinadas sustancias con capacidad de producir una respuesta inmunológica de hipersensibilidad y posteriormente alergia. Estas sustancias se denominan alérgenos.

  • Alergia a alimentos.
  • Alergia a fármacos.
  • Asma alérgico.
  • Dermatitis atópica.
  • Poliposis nasal.
  • Rinitis alérgica.
  • Urticaria crónica.

Algunas alergias son bastante fáciles de diagnosticar porque el patrón de síntomas que sigue a la exposición a determinados alergenos es fácil de identificar. Pero otras alergias son menos obvias porque sus síntomas recuerdan a los cuadros clínicos de otros trastornos.

Si su hijo presenta síntomas catarrales durante más de una semana o dos o siempre se “acatarra” en la misma época cada año, consulte con el pediatra. Probablemente éste le hará preguntas sobre los síntomas de su hijo y sobre cuándo suelen aparecer. Dependiendo de las respuestas que usted le dé y de los resultados de la exploración física del niño, el pediatra podrá emitir un diagnóstico y recetarle medicación o bien derivarle a un alergólogo para que le haga un estudio de alergia en profundidad y le recomiende un tratamiento.

Es probable que el alergólogo tenga que practicarle a su hijo pruebas cutáneas para determinar si es alérgico a los alergenos ambientales y alimentarios más comunes. Las pruebas cutáneas se pueden hacer en lactantes de pocos meses, pero son más fiables a partir de los dos años de edad.

Las pruebas cutáneas de alergia se pueden realizar de dos formas diferentes:

  1. Se deposita una gota del alergeno en forma de líquido purificado y se realiza un pequeño pinchazo en el área.
  2. Se inyecta una pequeña cantidad del alergeno justo debajo la piel. El pinchazo se nota un poco, pero no se trata de un procedimiento muy doloroso. Al cabo de aproximadamente 15 minutos, si en el sitio de la inyección aparece un bultito rodeado de un área rojiza (similar a la picadura de un mosquito), la prueba es positiva.

Si la reacción alérgica a un alimento u otro alergeno es muy intensa, se puede hacer un análisis de sangre en vez de una prueba cutánea para hacer el diagnóstico, porque así se evita exponer al paciente al alergeno. Las pruebas cutáneas son menos caras y más sensibles que los análisis de sangre para emitir un diagnóstico de alergia. Pero los análisis de sangre pueden ser más recomendables en niños con problemas cutáneos o que son extremadamente sensibles a un alergeno en particular.

Aunque las pruebas cutáneas o el análisis de sangre dé positivo, el niño deberá presentar también síntomas para que se le pueda diagnosticar una alergia. Por ejemplo, un niño con un resultado positivo en la prueba cutánea para los ácaros del polvo y que estornuda frecuentemente mientras juega en el suelo podrá considerarse alérgico a los ácaros del polvo.

La gravedad de los síntomas de una alergia alimentaria y cuándo aparecen depende de:

  • la cantidad del alimento alergénico que ingiera
  • el grado de exposición que haya tenido previamente al alimento alergénico
  • la sensibilidad que tenga al alimento.

Los síntomas de las alergias alimentarias incluyen:

  • picor en la boca y en la garganta al tragar el alimento (algunos niños sólo presentan este síntoma, conocido como “síndrome de alergia oral”)
  • manchas rojas en la piel asociadas a picor (ronchas)
  • erupción cutánea
  • secreción nasal y picor en la nariz
  • retortijones o dolor abdominal tipo cólico acompañados de náuseas, vómitoso diarrea (mientras el cuerpo intenta eliminar el alérgeno).
  • el problema que respira
  • choque (shock)

Síntomas de la alergia al veneno de insecto

Cuando a un niño le pica un insecto a cuyo veneno es alérgico, puede presentar algunos de los siguientes síntomas:

  • inflamación de la garganta
  • ronchas por todo el cuerpo
  • dificultad para respirar
  • náuseas
  • diarrea
  • choque (shock)

Muy poco frecuentemente, si la sensibilidad a un alergeno es extrema, un niño puede presentar una reacción anafiláctica (o choque (shock) anafiláctico). Se trata de una reacción muy intensa y repentina que afecta a varios sistemas corporales (como la piel y los sistemas respiratoriodigestivo y cardiovascular).

Los síntomas o reacciones graves a cualquier alergeno, desde a determinados alimentos hasta al veneno de ciertos insectos, requiere atención médica inmediata. Entre los síntomas de la reacción anafiláctica, se incluyen:

  • dificultad para respirar
  • inflamación (sobre todo de la cara, la garganta, los labios y la lengua, en el caso de las alergias alimentarias)
  • rápido descenso de la tensión arterial
  • mareo
  • pérdida de la conciencia
  • ronchas
  • la estrechez de garganta
  • ronquera o afonía
  • vértigo o sensación de que se te va la cabeza

La reacción anafiláctica se puede producir al cabo de sólo dos segundos de exponerse a la sustancia desencadenante o puede tener una latencia de dos horas si ha sido desencadenada por un alimento. Puede afectar a varias partes del cuerpo.

De todos modos, afortunadamente las reacciones alérgicas graves que pueden poner en peligro la vida sólo se dan en una cantidad reducida de niños. De hecho, la incidencia anual de reacciones anafilácticas es baja -en torno al 30 sobre 100.000- aunque las personas con asma, eccema o fiebre del heno tienen más probabilidades de presentarlas. La mayoría -hasta el 80%- de las reacciones anafilácticas son desencadenadas por cacahuetes o frutos secos.

Ni el asma, ni la rinitis alérgica ni otras patologías alérgicas han sido consideradas, en este caso, como contraindicaciones de la vacuna COVID-19

No se debe generalizar que “todos los pacientes que hayan tenido una reacción alérgica grave eviten aplicarse la vacuna”.

La Asociación de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) recomienda la aplicación de las vacunas que hayan cumplido todos los requisitos nacionales e internacionales correspondientes para esta terapéutica.

 

Contraindicaciones:

  • Anafilaxia con la primera dosis de la vacuna aplicada.
    Anafilaxia previa por componentes que contiene la vacuna en cuestión.

 

El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias de los pulmones. Estas vías respiratorias, o tubos bronquiales, permiten que el aire entre y salga de los pulmones.

Si tiene asma, sus vías respiratorias siempre están inflamadas. Se hinchan aún más y los músculos alrededor de las vías respiratorias pueden tensarse cuando algo desencadena sus síntomas. Esto dificulta que el aire entre y salga de los pulmones, provocando síntomas como tos, sibilancias, dificultad para respirar y / o opresión en el pecho.

Síntomas del asma
Según los principales expertos en asma, los síntomas del asma y el mejor tratamiento para usted o su hijo pueden ser bastante diferentes a los de otra persona con asma.

El síntoma más común son las sibilancias. Este es un sonido chirriante o silbante al respirar. Otros síntomas incluyen:
• Dificultad para respirar
• Opresión o dolor en el pecho • Tos
crónica
• Dificultad para dormir debido a tos o sibilancias

Los síntomas del asma, también llamados brotes de asma o ataques de asma, a menudo son causados ​​por alergias y exposición a alérgenos como caspa de mascotas, ácaros del polvo, polen o moho. Los desencadenantes no alérgicos incluyen humo, contaminación o aire frío o cambios en el clima.

Los síntomas del asma pueden empeorar durante el ejercicio, cuando tiene un resfriado o en momentos de mucho estrés.

Los niños con asma pueden presentar los mismos síntomas que los adultos con asma: tos, sibilancias y dificultad para respirar. En algunos niños, la tos crónica puede ser el único síntoma.

Si su hijo tiene uno o más de estos síntomas comunes, programe una cita con un alergólogo / inmunólogo:

No existe cura para el asma, pero los síntomas se pueden controlar con un tratamiento y control eficaz del asma. Esto implica tomar sus medicamentos según las indicaciones y aprender a evitar los desencadenantes que causan los síntomas del asma. Su alergólogo le recetará los mejores medicamentos para su afección y le proporcionará instrucciones específicas para usarlos.

Los medicamentos de control se toman a diario e incluyen corticosteroides inhalados (fluticasona (Flovent Diskus, Flovent HFA, Arnuity Ellipta), budesonida (Pulmicort Flexhaler), mometasona (Asmanex), ciclesonida (Alvesco), flunisolida (Aerobid), beclometasona (Qvar) y otras) .

Los inhaladores combinados contienen un corticosteroide inhalado más un agonista beta de acción prolongada (LABA). Los LABA son controladores de síntomas que ayudan a abrir las vías respiratorias. Sin embargo, en determinadas personas pueden conllevar algunos riesgos.

Los LABA nunca deben recetarse como única terapia para el asma. Las recomendaciones actuales son que se utilicen solo junto con corticosteroides inhalados. Los medicamentos combinados incluyen fluticasona y salmeterol (Advair Diskus, Advair HFA), fluticasona y vilanterol (Breo Ellipta), budesonida y formoterol (Symbicort), y mometasona y formoterol (Dulera).

Los anticolinérgicos son medicamentos inhalados que también ayudan a abrir las vías respiratorias. El medicamento tiotropio (Spiriva Respimat) se usa como terapia de mantenimiento en el asma.

Es la aparición repentina de ronchas (elevaciones rojo/rosadas de la piel) que pican y/o de angioedema (edema similar al de las ronchas, pero de ubicación más profunda, que causa deformidad), en cualquier parte del cuerpo. Todas las lesiones desaparecen habitualmente en horas, habitualmente menos de 24 horas.

Cuando esos síntomas (ronchas y angioedema) aparecen y desaparecen, diariamente o casi diariamente, durante más de 6 semanas

Los síntomas dependen de la liberación de mediadores de inflamación, principalmente histamina, entre otros, pero la causa de la liberación de la misma puede ser espontánea (sin un desencadenante conocido), o inducible, cuando fricción, presión o temperatura, entre otros, puede causarla. Sin embargo, las razones de esta liberación no son completamente conocidas.

Sí, de acuerdo a la gravedad del cuadro y de forma escalonada, se planificará un tratamiento personalizado que cuenta con la recomendación de las sociedades científicas internacionales