El asma bronquial y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) son las dos enfermedades crónicas de las vías respiratorias más frecuentes.
El asma es una enfermedad crónica inflamatoria de la vía aérea. Esta inflamación hace que por diversos estímulos los bronquios se estrechen (disminuyen su luz), impidiendo que el aire entre y salga con normalidad de los pulmones.
El agravamiento se da habitualmente por distintos desencadenantes, cuando el asma no está tratado y controlado, pero estos cambios son reversibles, vienen y se van en forma recurrente.
Cuando el asma está bien controlada, las personas tienen escasos o nulos síntomas, llevan una vida normal y con el tratamiento y estrategias adecuadas, se pueden evitar las crisis o ataques graves.
La base del tratamiento son los corticoides inhalados, en muchos casos combinados con broncodilatadores.
Deportistas olímpicos, líderes reconocidos y personas famosas, así como personas normales y corrientes, llevan una vida activa y satisfactoria a pesar de tener asma porque la enfermedad se encuentra controlada.
La EPOC es una enfermedad respiratoria crónica producida por la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco.
Las personas con EPOC tienen dificultad para respirar, tos y silbidos. Al existir cambios progresivos en las vías respiratorias hacen que estas personas tengan mayores síntomas a medida que avanza la enfermedad. A diferencia del asma, estos síntomas no van y vienen. Hay varios factores que intervienen en la aparición de la EPOC pero el humo de tabaco durante un largo período de tiempo es por lejos la causa más frecuente en todo el mundo.
El diagnóstico se debe confirmar con una prueba que se llama espirometría, en dónde se evidencia la obstrucción bronquial. El manejo de los pacientes con EPOC es amplio y abarca distintas conductas, pero sobre todo es fundamental dejar de fumar. Los medicamentos utilizados en todos los casos son broncodilatadores y sólo ocasionalmente se usan corticoides.
DIFERENCIAS ENTRE ASMA Y EPOC
Los factores que los médicos consideran al evaluar un diagnóstico con EPOC o asma incluyen:
- Historia de tabaquismo: la mayoría de las personas con EPOC son fumadores o lo fueron.
- Edad: el asma puede aparecer en cualquier momento de la vida, aunque generalmente aparece en la infancia. La EPOC habitualmente después de los 40 años.
- Síntomas: tos a la mañana, flema y progresiva falta de aire sugieren EPOC. Los síntomas recurrentes, que se intercalan con períodos de mejoría, especialmente si están acompañados por alergias, sugieren asma.
- Antecedentes familiares: es más probable que en los pacientes con asma exista algún antecedente familiar.
- Comienzo de los síntomas: la EPOC comienza luego de los 40 años y tiende a empeorar con el tiempo, mientras que los síntomas de asma se producen (no excluyente) desde temprana edad.
- Tratamiento: en el asma siempre deben estar presentes los corticoides inhalados. En la EPOC el tratamiento es más integral y se basa en broncodilatadores.
Si bien hay claras diferencias entre el asma y la EPOC, actualmente hay tendencia a comprender que puede haber superposición entre estas dos enfermedades obstructivas pulmonares, siendo el caso típico el sujeto asmático que fuma o fumó, situación que le genera un peor pronóstico.